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De un gremio devastado por la corrupción a una organización ordenada, presente y orientada a resultados
Cuando Juan Rousselot asumió la conducción de UTHGRA Córdoba, la seccional atravesaba una de las etapas más críticas de su historia. Años de corrupción, desmanejos y traiciones a la confianza de los trabajadores habían dejado un gremio debilitado, con afiliados relegados y una estructura alejada de su verdadera función de representación.
Frente a ese escenario, la decisión fue clara desde el primer día: decir la verdad, denunciar penalmente a los responsables y comenzar un proceso serio de reconstrucción institucional. No hubo atajos ni discursos vacíos. Hubo determinación para poner a UTHGRA Córdoba nuevamente de pie y reorientar cada acción hacia el afiliado del sector del turismo, la hotelería y la gastronomía de Córdoba.
La gestión se expresó también en la calle. Durante una pandemia que golpeó de lleno al sector, UTHGRA Córdoba estuvo movilizada, defendiendo los puestos de trabajo, acompañando a los trabajadores y sosteniendo la presencia gremial cuando más se la necesitaba. Un rol central en este proceso de reconstrucción lo tuvo el Cuerpo de Delegados, que volvió a ocupar el lugar que le corresponde dentro de la vida gremial. Se fortaleció su funcionamiento, se recuperó la participación en los lugares de trabajo y se consolidó una red de representación activa, comprometida y alineada con la defensa concreta de los derechos laborales. Los delegados dejaron de ser una figura vacía para transformarse nuevamente en el primer eslabón de contacto con el trabajador del sector del turismo, la hotelería y la gastronomía de Córdoba, aportando presencia, control y acompañamiento cotidiano en cada establecimiento.
Ese camino de reconstrucción incluyó una renovación integral de la infraestructura, nuevas delegaciones, la modernización de áreas clave y la creación del Centro de Orientación al Afiliado, como herramienta concreta para mejorar la atención, agilizar respuestas y garantizar cercanía real.
La presencia no fue solo institucional, sino también humana. La gestión estuvo en cada momento importante de la familia del turismo, la hotelería y la gastronomía de Córdoba, con beneficios, actividades, acompañamiento y políticas pensadas para el trabajador y su entorno.
El crecimiento territorial fue otro eje central: la apertura de la delegación de Río Ceballos y el próximo funcionamiento de la delegación de Alta Gracia responden a una decisión estratégica de estar más cerca, descentralizar la atención y fortalecer la representación en toda la jurisdicción de UTHGRA Córdoba.
Con una gestión orientada a resultados, procesos informatizados y una administración ordenada, UTHGRA Córdoba dejó atrás el abandono y la corrupción para construir una organización moderna, transparente y al servicio de los trabajadores.
